En el embalse de Domiko se fusionan agua y bosque, formando un entorno natural realmente bello. Aunque se le conoce como embalse, en realidad se trata de dos pantanos, donde el baño no está permitido.
El embalse está situado cerca del collado de Agiña, donde se encuentra una gran estación megalítica. El paisaje que ofrece es precioso y lo convierte en destino ideal para hacer una agradable excursión. Aún es más espectacular en la época otoñal, cuando predominan los colores rojizos y ocres en el paisaje. De entre los árboles que conforman este bosque, destaca en el extremo del embalse una secuoya roja, la más alta de todos los ejemplares declarados Monumentos Naturales en Navarra.
El embalse se encuentra cerca del collado de Agiña.